«En un congreso internacional preguntaron a Lola Amapola cuál era la flor más hermosa. Esperaban que dijera: "La rosa por su belleza"; "La orquidea por su elegancia"; "El narciso por su gracia". Para Lola Amapola, todas las flores eran bermosas por igual. "La flor más hermosa es la que se regala con el corazón". Y le dieron la razón. Nadie mejor que ella conocía las flores».
A Lola Amapola le encantan las flores: las rosas, las orquídeas, los narcisos, las flores grandes y las pequeñas, las silvestres y las cultivadas... Ella misma parece una flor silvestre. Lo que más le gusta es cuidar de su jardín e invitar a tomar el té al señor Azafrán, otro apasionado de las flores. Lola Amapola viaja por todo el mundo para socorrer a las flores en peligro. Un día recibe el encargo de salvar a unas flores en Australia, pero esta vez tendrá que enfrentarse a un peligro inesperado. ¿Conseguirá cumplir su misión?