Como seres humanos, resonamos plenamente con el sonido, ya sea nuestro poema o canción favoritos o incluso la voz de alguien a quien nos gusta oír. Sí, somos personas visuales, pero también respondemos al sonido, especialmente a la música, que se ha descubierto que existe en todas las culturas humanas, como se ve en las flautas neandertales muy tempranas, la más antigua de las cuales se encontró en Eslovenia. Estas flautas se fabricaban con huesos de ave y datan de hace unos 60.000 años. En nuestra juventud, aprendimos a imitar sonidos y a medida que envejecemos, nuestra música favorita puede servirnos para volver a despertar nuestra mente. Nuestro cerebro está programado para responder a los sonidos y también para ayudarnos a crear tonos musicales a través de nuestra voz.