Herman Hesse es autor que rechaza las ataduras literarias con la misma decisión que las sociales. Toma al lector como confidente de una evolución que empieza con el fracaso ante las tareas de la vida, y registra luego las tentativas de curación. En Demian, dirige su voz a los estudiantes. Se habla en esta obra de los sufrimientos en la escuela; de los extravíos y turbulencias del sexo; del saber de mitos y misteriosos; la guerra era vislumbrada, sufrida, pagada con la muerte. En esta obra la amistad ya no es conflicto, paralelismo o limitación: se convierte en psicología. Siddhartha, inspirado en la India, es una transposición a un escenario indio de la rebelión del autor contra el movimiento religioso al que pertenece su familia. El piadoso Siddhartha, hijo de un brahmán, no puede hallar la paz en la doctrina de sus padres, ni en el ascetismo, ni el goce de los placeres; por ello decide explorar un camino propio.