Se dice que los que aman a los gatos son personas mas seguras de sí que las demás, y que en general manifiestan una mayor satisfacción con respecto a lo que la vida les brinda. Se dice que quienes aman a los gatos son menos materialistas que sus semejantes, es decir, seres que piensan más, seres más amables. El gato, ese felino que da pasos de terciopelo con zarpas provistas de peligrosas uñas móviles, es desde antiguo, un ser misterioso que ha concitado la atención de mujeres y hombres en todas las clases en que la especie humana ha tenido el capricho de clasificarse. Femenino y tierno por momentos; independiente y egoísta en otros; el gato es viva contradicción y es uno de los seres mas seguros y penetrantes del reino animal. Mama San Ra-ab Rampa, que ha tendido puentes entre la realidad que nos rodea y percibimos, y esa otra realidad que no alcanzamos a definir, y de cuya presencia estamos casi seguros sin que podamos demostrarla, nos regala en este libro sus observaciones. ¿Dónde esta ese mundo cuya puerta nos abre “EL GATO TIBETANO” ? ¿Está en otro lugar? ¿Está muy lejos? ¿En otra dimensión? ¿O es que ese mundo ignorado y misterioso esta en una zona que muy pocos alcanzan, la región intransferible de nuestros sueños, el área secreta de nuestro arcano interior?. Algo sutil y prodigioso nos va diciendo a lo largo de este magnífico libro, que a través de sus páginas, sin saberlo, sin proponérselo, podemos acercarnos al punto mas desconocido del universo. Ese punto frente al que vivimos toda una vida. El que esta en alguna parte de nosotros mismos: la sustancia de nuestra existencia.