Maurice Blanc, un asesino a sueldo parisino, recibe el encargo de recuperar a cualquier precio unos documentos y cuatro discos de ordenador de la mayor importancia científica, que han sido sustraídos por un pintor ludópata y drogadicto, Bill Moore, al que persiguen unos matones para que satisfaga sus crecidas deudas de juego. Bill, que es muy imaginativo, obligará a Maurice y a los miembros de su equipo a seguirle por los más variados escenarios: la Selva Negra, los Vosgos, Alsacia, el norte de Suiza, Rumanía, la isla caribeña de Saint-Barthélemy, en una trepidante aventura.