¿Quién no conoce la historia de “La sirenita” o la de “El patito feo” por mencionar sólo dos de los muchos cuentos producidos por la maravillosa imaginación de Hans Christian Andersen? Desde la aparición de sus primeros trabajos, a más de cien años, este escritor danés deleita a la infancia de todo el mundo, con narraciones que producen una gama de sentimientos, merced a la gracia y el color que rebosan, y en los que se trasluce la niñez y adolescencia de su creador. El estilo de Andersen participa de dos tendencias literarias del siglo XIX: el romanticismo y el costumbrismo. Del primero refleja en sus escritos el espíritu sentimental; del segundo, la sublimación artística de la vida burguesa y cotidiana, distintivo de ese estilo.