La acción de este drama se vincula estrechamente con el carácter del protagonista. El punto de partida es la inquietante melancolía de Hamlet debido a la muerte de su padre del mismo nombre y al hecho de que su madre haya contraído matrimonio con Claudio, el nuevo rey, quien, por añadidura, era hermano del monarca fallecido. En escenas donde campean el escepticismo y el miedo, el fantasma del padre se le aparece a Hamlet para pedir venganza. A partir de ahí se desata todo un mecanismo de engaños, espionajes y equivocaciones que dan lugar a una serie de muertes, todas violentas, provocadas por intervención directa o indirecta de Hamlet. Si bien éste es el eje de esta compleja obra, los demás personajes que lo acompañan encarnan condiciones psicológicas y éticas que en conjunto constituyen un mosaico de la vida humana.